Según el arqueólogo Arturo Gómez Alarcón, los tejedores más antiguos del Perú vivieron en el periodo Arcacico Tardío. Ellos fueron los hombres de Huaca Prieta, aldeanos agricultores, pescadores y marisqueros que habitaron en la desembocadura del río Chicama (La Libertad) unos 2500 a.c.
En el Arcaico Tardío se consiguió la domesticación del algodón lo que trajo consigo el inicio de las actividades propiamente textiles. Aunque no se inventaba el telar de cintura, los artesanos hacían hermosas telas con diversas iconografías utilizando la técnica del entrelazado.
Huaca Prieta fue descubierta en 1946 por Junius Bird, quien halló el famoso tejido de algodón que tenía a representación de un cóndor sagrado con una serpiente enroscada en su vientre.
Se encontraron artefactos líticos, restos de pallares, frijoles, calabazas, zapallos, y de abundantes recursos marinos. También se encontraron 33 esqueletos en posición flexionada cubiertos con esterillas.
Es increíble cómo un fardo de un poco más de cien kilos, enterrado hace unos 1.700 años, mantenía oculto uno de los más apasionantes capítulos de la historia moche que cambiaría la forma de pensar de muchos.
En su interior, una poderosa dama dormía un sueño del que ha despertado hace poco para revalorar el papel de la mujer en nuestra historia y mostrarnos que también ellas supieron gobernar en el pasado.
La Señora de Cao es para su descubridor, el arqueólogo Régulo Franco de la fundación Augusto N. Wiese, un hito en nuestra historia, ya que confirma en parte sus teorías acerca de esta antigua sociedad preínca y demuestra que la mujer ejerció el poder político y religioso en el valle de Chicama.
¿Quién era la Señora de Cao? el ajuar, la zona en donde estaba enterrada, el mausoleo y el contexto histórico que la rodeaban nos describen un personaje que ostentó el poder en un pueblo bien organizado y temeroso de sus dioses.
La tumba ha sido hallada en la huaca de Cao Viejo, ubicada en el Complejo Arqueológico El Brujo, que se levanta en el distrito de Magdalena de Cao, en el departamento de La Libertad.
Este descubrimiento arqueológico también es importante por el casi perfecto estado de momificación del cuerpo de la soberana, gracias al CINABRIO, además por la belleza de su ajuar que incluye collares, narigueras y pendientes, hasta los enormes báculos que representaban el poderío de gobernante.
Esta es la Señora de Cao y esta es su historia que nuevamente comienza a escribirse 1.700 años después de su muerte. Ella habría muerto a los 25 años después de haber dado a luz un niño, presenta tatuajes mágico-religiosos de serpientes y arañas; tanto en su manos como en piernas y rostro. Su estatura 1.45cm. ¿Cuánta magia guarda esta cultura Mochica?¿Cuánto nos sigue enseñando nuestros antepasados?
LOS INVESTIGADORES JAMÁS IMAGINARON LO QUE ESTABAN A PUNTO DE DESCUBRIR, EN ESTA SEGUNDA PARTE VEREMOS ALGO SORPRENDENTE QUE CAMBIARÍA MUCHAS COSAS... VEAMOS
Tras 14 años de paciente labor, los principales logros del Proyecto Huaca de la Luna radican en haber resuelto muchos enigmas respecto a la cosmovisión de los mochicas y en haber realizado trabajos de conservación de óptima calidad, que se ajustan cuidadosamente a la teoría y filosofía de restauración.
Los objetivos alcanzados permiten ofrecer al Perú y al mundo la posibilidad de conocer un gran templo antiguo, donde los visitantes encuentran un ambiente cómodo y seguro, para gozar de la belleza y autenticidad de los valores culturales que allí se conservan, y viajar imaginariamente hacia al grandioso pasado del milenario pueblo Mochica.
El Proyecto respeta la condición de “obra de arte en actual estado de ruina”, de la Huaca de la Luna, por eso el antiguo templo Moche no ha sido restaurado. Es decir, allí no se han repuesto los muros que ya habían desaparecido, ni se han retocado los colores que estaban deteriorados.
Solamente se han realizado trabajos de conservación y consolidación, consistentes en anular las causas del deterioro constante, como evitar que la luz del sol, la lluvia y el viento caigan directamente sobre las superficies polícromas; aplicar productos químicos para anular la acción de las bacterias que destruyen los componentes orgánicos de los muros y colores; y reforzar las estructuras que estaban a punto de caer, para rescatar el valor documental y estético del monumento arqueológico.
Se considera que el Ai Apaec, o dios hacedor de todo era la principal divinidad mochica, que tuvo variadas representacines, según el rol que se le asignara en cada momento o época, éste se puede encontrar plasmado en los muros diversos de la huaca, centro religioso en el cual se realizaban sacrificios humanos para aplacar a la naturaleza " El fenómeno del niño al cual los moches le temían" Sin embargo, los antiguos mochicas también ridieron culto a otras divinidades, a las que atribuían el poder de dominar las fuerzas de la naturaleza, por ello se ubicaron cerca al APU (montaña blanca) para que proteja la huaca