EL COMERCIO NOS INFORMA DE UN NUEVO HALLAZGO ( fecha 20 de setiembre 2008)
El ruego final de civilización:
La misión arqueológica italiana Proyecto Nasca continuó su trabajo en Cahuachi, donde encontró lo que sería la última ofrenda de ese pueblo antes de abandonar ese territorio.
"Esta gran ofrenda ceremonial simboliza el momento más dramático, intenso y violento de la vida de Cahuachi. En aquel tiempo se multiplicaban las ofrendas a las divinidades ante la inminente destrucción y el presagio de desastre. Las causas fueron dos grandes aluviones, ocasionados aparentemente por dos fenómenos de El Niño fuertes, y un terremoto que habría ocurrido entre los 350 y 400 de nuestra era, según las evidencias encontradas".
Con esas palabras el investigador Giuseppe Orefici trata de contextualizar el hallazgo de lo que él ha denominado la "gran ofrenda" y que está constituida por 30 mates burilados y pintados, 88 ceramios, 8 textiles, cestas, objetos de oro e incluso restos de humanos que habrían sido sacrificados.
Con esas palabras el investigador Giuseppe Orefici trata de contextualizar el hallazgo de lo que él ha denominado la "gran ofrenda" y que está constituida por 30 mates burilados y pintados, 88 ceramios, 8 textiles, cestas, objetos de oro e incluso restos de humanos que habrían sido sacrificados.
El investigador presume que fueron 20 años de intensas ofrendas a todas sus divinidades antes de sellar completamente todas las pirámides, abandonar el sitio y trasladarse al sector de Estaquería (20 kilómetros al norte y en una zona más elevada), donde se conservaron pequeños templos y estructuras desde las cuales realizarían, tal vez, sus últimas actividades ceremoniales.
Entre los 88 objetos de cerámica destaca una orca de 70 centímetros con piernas humanas, taparrabo y aletas de tiburón en la cabeza, que simboliza la máxima divinidad Nasca relacionada con el mar. Además, una cucharita y una copa de oro.
"En los 26 años de trabajo del proyecto, pusimos énfasis en la recuperación de la arquitectura de la gran pirámide y las plazas que la anteceden, por lo que este reciente hallazgo es un hecho inesperado, pero a la vez, el más importante del grupo de investigación científica", asegura.
Giuseppe Orefici descarta que esta ofrenda corresponda a una posible tumba de un gran sacerdote; y remarca que se trata de un momento culminante y dramático de los Nascas antes de abandonar el sitio.
A este descubrimiento se ha sumado en el último medio año de trabajo, la recuperación de dos nuevas plazuelas por las cuales la casta sacerdotal Nasca habría accedido a la gran pirámide. Allí se hallaron también los restos de un niño y un hombre sacrificados y ofrendados, además de un conjunto de pasadizos y escaleras. También hay dibujos de cabezas trofeos y simbología solar a modo de graffitis sobre las paredes.
Entre los 88 objetos de cerámica destaca una orca de 70 centímetros con piernas humanas, taparrabo y aletas de tiburón en la cabeza, que simboliza la máxima divinidad Nasca relacionada con el mar. Además, una cucharita y una copa de oro.
"En los 26 años de trabajo del proyecto, pusimos énfasis en la recuperación de la arquitectura de la gran pirámide y las plazas que la anteceden, por lo que este reciente hallazgo es un hecho inesperado, pero a la vez, el más importante del grupo de investigación científica", asegura.
Giuseppe Orefici descarta que esta ofrenda corresponda a una posible tumba de un gran sacerdote; y remarca que se trata de un momento culminante y dramático de los Nascas antes de abandonar el sitio.
A este descubrimiento se ha sumado en el último medio año de trabajo, la recuperación de dos nuevas plazuelas por las cuales la casta sacerdotal Nasca habría accedido a la gran pirámide. Allí se hallaron también los restos de un niño y un hombre sacrificados y ofrendados, además de un conjunto de pasadizos y escaleras. También hay dibujos de cabezas trofeos y simbología solar a modo de graffitis sobre las paredes.
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